Con mejores gráficos, juegos de bonificación interactivos y diseños innovadores, los tragamonedas se vuelven cada vez más modernos. Los proveedores de juegos compiten para brindarnos el mejor entretenimiento. Sin embargo, debajo del exterior divertido y encantador encontramos la misma vieja mecánica que asegura que la casa siempre tenga ventaja sobre nosotros. A pesar de esto, todavía nos encanta tomar nuestros tragamonedas favoritos para girar nuestra suerte con la esperanza de alcanzar esa gran victoria.
En el siguiente artículo analizaremos más de cerca la mecánica detrás de las tragamonedas, por qué estamos perdiendo, cómo podemos mejorar nuestras posibilidades de ganar y por qué amamos jugar tanto.
Lo básico: las máquinas tragamonedas tienen que ver con el azar (RNG)
Las tragamonedas no tienen memoria. Nunca saben cuánto has ganado o perdido y, por lo tanto, esto nunca afectará el resultado de una ronda de juego. Cada giro es único y el resultado siempre se decide al azar, esto está garantizado por un generador de números aleatorios (RNG por sus siglas en inglés) que se utiliza en todos las tragamonedas.
Para dar un ejemplo muy simple de esto, podrías imaginar tirar un dado. La probabilidad de sacar cualquiera de los seis números en ese dado es 1/6 cada vez que lo tiras, sin importar lo que hayas obtenido previamente. Las tragamonedas funcionan de manera similar, pero cada número es una combinación de diferentes símbolos y cada vez que presiona el botón de arranque de giro, no es un dado de seis números, sino un dado que tiene miles de números y miles de resultados diferentes.
Otra ligera diferencia es que la probabilidad de cada resultado en un tragamonedas no es la misma entre sí. Hay algo llamado frecuencia de aciertos, que es un valor establecido para determinar cuál es la probabilidad de que ocurra un determinado resultado. Vamos a ilustrar esto regresando al dado de nuevo e imaginando que el número 6 representa el símbolo que más paga en la ranura, mientras que el número 1 representa el que menos paga. En lugar de que cada número tenga una probabilidad de 1/6 de aparecer, estamos reprogramando el dado para que el número 6 aparezca la mitad de las veces (1/12) y el número 1 el doble de frecuencia (1/3). Cuando ahora estamos lanzando el dado, el resultado todavía se decidirá aleatoriamente, pero la probabilidad de alcanzar el número 1 es ahora dos veces más alta que los números 2 y 5 y cuatro veces más alta que alcanzar el número 6.
También podríamos ilustrar esto al idear nuestra propio tragamonedas. Llamémoslo “The Lucky Aquarium” y simplifiquemos las cosas dando a esta máquina cinco símbolos diferentes; cofres del tesoro, peces dorados, peces púrpuras, peces amarillos y peces rojos.
Combinación | Pago | Frecuencia de acierto |
---|---|---|
5 cofres del tesoro | 2500 | 0.001% |
5 peces dorados | 1000 | 0.015% |
5 peces morados | 400 | 0.05% |
5 peces amarillos | 50 | 0.5% |
5 peces rojos | 5 | 7% |
Total | 3955 | 7.566% |
Como puedes ver en la tabla anterior, este juego tiene una probabilidad (frecuencia de acierto) de 1/100,000 (0.001%) para conseguir una línea ganadora de cinco de los símbolos que más pagan (cofres del tesoro), mientras que la probabilidad de sacar cualquier línea ganadora de cinco símbolos es aproximadamente 1/13 (7.566%). Este es un ejemplo de cómo podría verse en un tragamonedas real. Sin embargo, es importante saber que todas las tragamonedas tienen diferentes valores cuando se trata de pagos y frecuencia de aciertos. En términos generales, es bastante común que las tragamonedas tengan un 40% de probabilidad de conseguir cualquier línea ganadora de cualquier símbolo.